UN DÍA EN LA VIDA
NOBLEZA… MISERIA.
Dejé la cama y me dirigí al
jardín. En el camino recogí el periódico para darle un vistazo y me preparé una
taza de Té. Ya en el jardín estiré los brazos tratando de desprenderme de los
últimos vestigios de la pesadez que deja el sueño de la noche. Aspire profundo
para que mis pulmones se llenaran con aquel aire todavía fresco, lleno de rocío
y revitalizaran mi interior adormitado, aprovechando que todavía el aire no
estaba tan contaminado por las miserias que carga el día.
Me senté en la silla y puse el
periódico sobre la mesa un tanto húmeda por el rocío, me relaje tanto como pude
para empaparme del ambiente tranquilo que transmitía el jardín. Una hoja muy lentamente
va planeando y dibujando figuras caprichosas en el aire al compás de la brisa
hasta caer en el suelo; me acomodé en la silla como queriendo comprender lo
que había pasado, que aparentemente no era mucho; de repente me llama la atención la danza
inquieta de una mariposa coqueteando con las flores; mas allá un colibrí, - que
es raro verlos por estos rumbos-, aleteaba con una velocidad pasmosa sosteniéndose
en el aire acercando su largo pico a una flor para succionarle el fresco néctar matutino. Que cosa más hermosa,
me dije; de repente me llama la atención un grupo de abejas (no asesinas) que
revolotean finamente sobre las ofrecidas florecillas, que se abren de par en
par para brindarles los secretos de su polen tentador. Que belleza la que nos proporciona
la madre naturaleza, como siempre tan generosa.
Luego de un rato de disfrutar
de esas escenas tan hermosas, le doy un sorbo al te, tomo el periódico y devoro
con la vista las estimulantes noticias: Muertes, crímenes, corrupción, huelgas
y algunas manifestaciones de una que otra muchedumbre protestando por la
escasez de alimentos, por el costo de la vida, por la falta de oportunidades,
por el mal manejo del dinero, por la delincuencia e inseguridad, por el
calentamiento global; en fin, solo noticias que dejan entrever el lado oscuro
de la humanidad.
Y sigo leyendo sobre sequías,
inundaciones, terremotos, huracanes y erupciones; up!, la naturaleza, -pensé-, está molesta porque le estamos maltratando toda su belleza a pesar de su nobleza.
Pongo el periódico sobre la
mesa, me encojo de hombros, y mi mente comienza a reflexionar como el lado
oscuro del ser humano esta acabando con las pocas cosas bellas de la creación
que nos quedan, incluyéndonos nosotros mismos.
Mientras tanto, la vida
continua para bien o para mal de la humanidad,
Unos nacen a la vida, otros pasan a mejor vida;
Unos son recordados por generosos, otros dejan
recuerdos tenebrosos.
Unos conocen y disfrutan del amor, otros van
con la pena de sufrir algún desamor,
Unos van forjando buenas amistades, mientras
otros van ganando solo enemistades.
Unos van por el camino buscando conciliaciones,
Otros solo provocan conflictos y confrontaciones.
Unos se embelesan viendo caer gotas de lluvia
sobre su cabeza,
Otros ni se inquietan con tanta
violencia, sin dar señales de tristeza.
Unos subsisten y no desfallecen
buscando siempre oportunidades,
Otros en cambio no aprovechan todas
sus posibilidades.
Unos
gastan una fortuna en cosas triviales solo por vanidad;
Otros mueren de hambre, en la miseria
o por alguna enfermedad.
Unos se esfuerzan para brindarle
bondad a la humanidad,
Otros caminan pensando tan solo en la maldad.
Unos se esfuerzan por darles a los
pueblos paz, concordia y fraternidad,
Otros derrochan por todas partes su
intolerancia, egoísmo y crueldad.
Un día en la vida la eterna promesa
se hará realidad,
Bajará de los cielos con toda su
majestad,
Aquel que en sus manos tiene toda la
potestad,
Y traiga la paz a la tierra a los
hombres de buena voluntad.
Chogüi.